Cuando comenzamos a conocer a una persona, es normal que un torrente de emociones casi «indescifrables» inunde nuestro cuerpo y nuestra mente. Los estímulos sensoriales, la conversación, las situaciones vividas junto a esa persona… todo ello influye en nuestra experiencia y, como se suele decir, «no somos de piedra». Pero, cómo saber cuál es la verdadera diferencia entre amor y atracción física? ¿Existe alguna fórmula para distinguir ambos tipos de sentimientos?
Antes de decidir si quieres compartir el resto de tu vida con esa persona o, simplemente, si te apetece iniciar una relación de pareja, es conveniente que resuelvas este pequeño dilema, pero no es tan fácil como puede parecer a simple vista…
La diferencia entre amor y atracción es más evidente de lo que parece a simple vista
Vamos a darte unos puntos muy sencillos y claros que, si bien no pretenden constituir una verdad irrefutable, sí que pueden ayudarte a diferenciar ambos sentimientos:
- La atracción es un proceso físico y, como tal, se manifiesta cuando tenemos cerca a esa persona de una manera muy directa. Puede estar basada en la apariencia física, en el trato agradable, en nuestras propias expectativas e ideales acerca de cómo debería ser nuestra pareja ideal… Cada persona es un mundo y los estímulos a los que reaccionará y ante los que experimentará esa atracción pueden ser muy diferentes. Pero lo que sí es universal es la atracción física y sus consecuencias: dilatación de pupilas, cambios hormonales, deseo sexual, etc.
- Otra diferencia entre amor y atracción es que esta última surge de forma espontánea, incluso como parte del enamoramiento, que podríamos considerar como la etapa intermedia entre la mera atracción física y el amor. Durante el enamoramiento, sentimos que ya no necesitamos buscar más, que esa es la persona que estábamos esperando y comienzan a manifestarse otras características: deseo de intimidad, idealización de la pareja, deseo de reciprocidad, etc. Finalmente,el amor surge habitualmente de forma más lenta, a lo largo del tiempo, cuando la simple atracción se ve acompañada de otros sentimientos como el respeto, el cariño o la necesidad de estar junto a esa persona.
- Y la principal diferencia entre amor y atracción es que, cuando surge el verdadero sentimiento de amor hacia la otra persona, va mucho más allá del egoísmo individual. Una persona enamorada está dispuesta a hacer sacrificios por estar junto a su ser amado, valora sus cualidades y acepta sus defectos y, sobre todo, desea lo mejor tanto para la otra persona como para sí misma.
Por supuesto, no siempre se darán estas tres etapas (atracción – enamoramiento – amor). Y también es cierto que la velocidad de cambio entre una y otra dependerá de múltiples factores, como el tiempo que pasemos junto a la otra persona, nuestra forma de ser, nuestra situación personal, etc. Pero, teniendo en cuenta estos tres puntos, tal vez la próxima vez que inicies una relación de pareja te resulte más fácil aclarar qué es lo que sientes realmente, para evitar males mayores.